Artículo sobre Seguridad Deportiva


La Seguridad en las instalaciones deportivas es una necesidad que todos debemos atender. Gracias a las aportaciones de Jose Luis Gomez Calvo (Director de Seguridad), en las múltiples acciones formativas que ha desarrollado nos estamos sensibilizando con el tema; pero aún queda bastante por hacer.
Hoy me ha hecho llegar un interesante artículo que os reenvío con su autorización. Seguro que os será de utilidad.


LA SEGURIDAD: UNA REALIDAD QUE SE ABRE PASO

La seguridad en el ámbito deportivo va dejando de ser considerada un accesorio del servicio deportivo, y de pasar desapercibida hasta que ocurre un grave accidente, que moviliza durante unos días la opinión pública sensibilizada momentáneamente por los medios de comunicación y por las opiniones críticas que siempre surgen en esas ocasiones.
La seguridad en una realidad que se abre paso, por la sencilla razón de que es una necesidad, generada por la existencia de riesgos de daños para las personas en primer lugar, y después, para los bienes tangibles e intangibles, las actividades e incluso el medio ambiente, que puede verse afectado por la actividades en el medio natural.
Pero la seguridad también es motivo de interés por los aspectos legales que conlleva.
La seguridad es un derecho, una obligación y una responsabilidad, en la que están implicados: empresarios (públicos y privados), usuarios y trabajadores.
La seguridad es un derecho de los usuarios y concurrentes: deportistas, practicantes, espectadores, escolares, voluntarios, etc., y de los trabajadores, respecto al cual existe un correlativo deber de protección de titulares y organizadores, sin que el desconocimiento de las leyes y normas que les obliga, les exima de su cumplimiento, y de su responsabilidad por incumplimiento.
Ahora bien, la seguridad también es una obligación y una responsabilidad para los usuarios, respecto a los daños que pueden causarse a sí mismos por imprudencia o temeridad, a otras personas, a los bienes, al desarrollo de la actividad y al medio ambiente, cuando la actividad a realizar genera un impacto en el entorno.
Finalmente, también es una obligación y una responsabilidad para los trabajadores, lo cual está claramente establecido en la propia Ley de Prevención de Riesgos Laborales, cuando hablando expresamente de sus obligaciones, se habla de velar por el cumplimiento de las medidas de prevención, no sólo por su propia seguridad, sino también “por la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones en el trabajo”, y cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo que sean seguras.
Todo esto, la aparición de nueva legislación, sobre protección de derechos de las personas, como el referido a los datos de carácter personal y el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen, sobre seguridad de utilización desde la incluida en el Código Técnico de la Edificación, hasta la correspondiente a las condiciones de accesibilidad y adaptabilidad para personas con distintas discapacidades, sobre la violencia, la xenofobia, el racismo y la intolerancia, y sobre la emergencia y evacuación recogiendo la problemática de las personas con discapacidad, entre otros.
El mayor conocimiento y exigencia del cumplimiento de las obligaciones de todos, ha hecho que se extienda una corriente de concienciación e interés hacia la seguridad, que en mi caso, me ha llevado en los últimos meses, a Galicia de la mano de la Universidad de A Coruña, a Extremadura gracias a su Escuela de Administración Pública y al Centro de Formación Extremeño del Deporte, a Andalucía por medio del Instituto Andaluz del Deporte, a la Comunidad Valenciana con la Universidad Politécnica de Valencia y a la Comunidad Canaria por medio del Instituto Insular del Deporte de las Palmas de Gran Canaria.
En todos los cursos, los asistentes, en su inmensa mayoría pertenecientes al deporte municipal de diversas localidades, siempre me han manifestado tres opiniones con carácter casi unánime:
- La información y formación que aportan los cursos debería llegar a todos los ayuntamientos de cada Comunidad.
- Algún organismo en cada Comunidad debería unificar criterios y orientar a los ayuntamientos en la implantación de los planes de seguridad integral.
- Debería haber algún tipo de acción informativa y formativa para los máximos responsables del deporte municipal de cada localidad, ya que son ellos los que pueden y debe tomar las decisiones.
A todos les he prometido que trataría de dar traslado de sus opiniones y sugerencias, y ahora de regreso a Madrid, a punto de finalizar en los próximos días los cursos durante el año 2009 y antes de comenzar los del 2010, quiero cumplir mi promesa haciendo llegar estas peticiones a los numerosos responsables del deporte municipal.
Gracias a todos por ayudar a hacer un deporte municipal mejor y más seguro.



Autor: José Luis Gómez Calvo, Director de Seguridad

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