"La clave para que los directivos sean una fuerza viva en la reconstrucción de la sociedad pasa porque crezcan como personas guiados por un deseo de contribuir, de construir el bien común, de influir positivamente en las personas con las que se cruzan en su vida..". Éste texto, extraído del libro de Luis Huete y Javier García, Liderar para el bien común, me sirve de inspiración para el post de esta semana. Y de este párrafo, destaco el verbo contribuir, pues creo, como los autores, que esa acción es una de las palancas para el crecimiento personal y del entorno. 
Foto: Pixabay
La RAE, define contribuir como "ayudar y concurrir con otros al logro de algún fin". Esta definición otorga a la colaboración una importancia capital. Y es que no entiendo los proyectos, tanto sean profesionales como vitales, sin esa colaboración, sin esos objetivos comunes y sin ese camino a recorrer de forma conjunta.
Y es que contribuir es enriquecer, contribuir es aportar al otro, contribuir es pensar más en lo que nos une que lo que nos diferencia, y es la esencia del éxito de los proyectos.
En este año de pandemia, he participado en muchas entrevistas y mesas redondas, y he sido preguntado muchas veces por los aprendizajes extraídos en este tiempo. Mi respuesta siempre ha sido la misma, el mayor aprendizaje ha sido la constatación de como la colaboración, la ayuda mutua, la unión y, en definitiva la contribución de muchas personas a fines comunes, ha hecho que hayamos podido afrontar situaciones muy complicadas.
Formamos parte de un sector que contribuye a una sociedad más saludable y por tanto más feliz, y ese es nuestro fin común, la razón de ser de nuestros proyectos empresariales. Por ello, uno de nuestros retos será fortalecer la vinculación a todos los niveles, entre compañías, en la propia empresa y con los clientes.
La canción de esta semana, Seguiremos de Marwan, como un impulso a continuar unidos frente a las adversidades.
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