El sentimiento de pertenencia es mayor, en función de la cantidad de rasgos que compartamos con los otros, ya sean físicos, de conducta, aficiones, metas, historia común o dependencia ya sea emocional o también económica. Seguro que todos podemos identificar muy rápidamente con qué o quién tenemos ese sentimiento de pertenencia y seguro que, si nos paramos un poco a pensar, identificamos claramente esos colectivos y sus rasgos comunes.
Estas últimas semanas he tenido varias experiencias qué, seguro, han motivado que esté escribiendo sobre ello hoy. Primero, en el ámbito familiar, la pérdida de un ser querido, te da un golpe de realidad que te hace sentir aún más cerca a la gente que quieres y a la familia a la que perteneces. También, en el trabajo, tras vivir y presenciar la dedicación de tu equipo para desarrollar proyectos de alto valor, teniendo el enfoque en las personas y en el compromiso por su desarrollo. Y en paralelo, al ver el lanzamiento de un proyecto formativo digital para nuestro sector, que seguro ayudará a muchas personas, y del que quise formar parte, desde el preciso instante en el que recibí la llamada de mi amigo Fernando; proyecto al que se han seguido sumando profesionales de alto valor.
Sobre el hecho de pertenecer, hace unos días, hablábamos en ClubHouse, tratando el concepto de socialización, como elemento clave en la recuperación de clientes, socialización desde el punto de vista de tratar y hacer sentir a los clientes que forman parte, que pertenecen a un entorno compuesto por personas con intereses, gustos, aficiones parecidas con el ejercicio físico como vehículo de transformación común a todos ellos. Y nuestro negocio va un poco o un mucho de esto, de contar con personas en nuestros equipos conectadas y formadas, que sientan que forma parte y hagan que aflore el sentimiento de pertenencia en los clientes.
Para despedir el post de esta semana, os traigo esta canción de Jack Johnson, Better Together.
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